9/12/09

Letras en guardia IV


Otra buena noticia. Mi cuento Desde el balcón fue seleccionado para aparecer en una antología llamada Letras en guardia IV, publicación editada y coordinada por la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, cuya finalidad es difundir la lectura entre los agentes policiacos de la Secretaría de Seguridad Pública del DF. Admirable labor de las autoridades.
Entre las páginas del libro están repartidos cuentos de escritores como Amando Nervo, Manuel Gutiérrez Nájera y algunos policías que le entran a la escritura.

Los vínculos de las notas periodísticas publicadas al respecto:


desdeabajo.org.mx



El Universal

2/12/09

Unidos/separados


Hace tiempo que no recibía una buena noticia (literaria, claro; porque no hay que ser exagerados). La Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, por medio de su Grupo de Proyectos Asfáltica, convocó a un concurso de microcuento, denominado: "En breve, lo que tú me cuentas", en el que recibí una mención honorífica por el texto Unidos/separados.

Esto no hubiera ocurrido del modo en que ocurrió, si mi amigo Rafael Tiburcio García no hubiera hecho las críticas necesarias al escrito.

Acá lo dejo para que lo lean:


Unidos/separados
A un mismo tiempo la espero en el altar y ella prepara su
equipaje. La miro entrar a la iglesia y guardar varias prendas.
Camina hacia mí, mientras escoge algún abrigo. Dice “acepto”,
pero con dificultad le cierra la maleta. Los invitados a la boda la
ven escribirme un recado con fea letra y azotar la puerta, como
si así consiguiera confinar el pasado para siempre. Nos besamos
fuera de la parroquia conforme ella sube al autobús. El arroz
llueve sobre nosotros y yo me derrumbo en la cama con su
carta en un puño. Así, hasta que la muerte nos una/nos separe.


(A continuación copio los cuentos reconocidos, en orden de premiación, desde el lugar primero hasta llegar a mí, pues resulta que soy el sótano de la lista.)



Asustado
Para alejar a los malos espíritus de mi hogar me dijeron que
toda vez que notara u oyera algo raro insultara a gritos. Ahora
los objetos no sólo aparecen en los sitios adecuados, como
mis zapatos, lustrados; también los trastes amanecen limpios.

Jesús Enrique Juárez Flores
(Xochimilco, Distrito Federal; México)



Ese sabor
El día de la coronación, hubo vítores y abundante vino. Más tarde,
en la cámara nupcial, el nuevo rey desvistió a la reina, quien,
a pesar de la edad, aún mantenía una figura atractiva. Una vez
desnuda, la tumbó sobre la cama. Le besó los muslos, la vagina, el
ombligo, y finalmente los senos. El sabor de los pezones a Edipo
le resultó familiar. Qué raro, pensó, me he acostado con medio
mundo, pero no recuerdo haber estado antes en esta ciudad.

Daniel Avechuco Cabrera
(Hermosillo, Sonora, México)



Aruspicina
Sus órganos en el asfalto indicaban una cosa: pronto habría de morir.

José Antonio Terán Somohano
(Tlalpan, Distrito Federal, México)



Antes del flamenco
Se la vio deslizar con sensualidad las medias oscuras sobre sus piernas
de cuero terso; de igual manera sujetó las cintas de los tacones;
delineó sus mulatos ojos y enchinó las pestañas para lanzar miradas
irresistibles. El perfume que esparció impregnó la habitación.
Y mientras el labial rojocarmín se apoderaba de sus belfos, la
coqueta vaca moteada repasaba mentalmente su técnica de baile.

Atzaed Giovani Arreola Alcántara
(Iztapalapa, Distrito Federal, México)



Nomás tantito
Sus padres, histéricos, le dijeron que no. También sus abuelos,
paternos y maternos. No, exclamaron sus hermanos. No, gritó
el sacerdote, llevándose la Biblia al pecho. Los árboles, la noche,
incluso los grillos parecían estar de acuerdo en que no. Y fue
así que el niño, muy a su pesar, tuvo que volver al cementerio.

Carlos Alvahuante Contreras
(Tlalpan, Distrito Federal, México)



Cobardía
A pesar de haber muerto hace siete años mi abuelita apareción
en una reunión familiar. Todos la recibimos con gusto y, como un
acuerdo implícito, nadie mencionó su condición de muerta, para
no molestarla.
La velada transcurrió cómodamente, pero, al
despedirnos, ninguno de nosotros se ofreció a llevarla.

Laura Elisa Vizcaíno Mosqueda
(Benito Juárez, Distrito Federal, México)



Incertidumbre mortal
—…
— ¿Dios?... ¿eres tú?...

Edgard Mauricio Peña Montalvo
(Coyoacán, Distrito Federal, México)



Unidos/separados
A un mismo tiempo la espero en el altar y ella prepara su
equipaje. La miro entrar a la iglesia y guardar varias prendas.
Camina hacia mí, mientras escoge algún abrigo. Dice “acepto”,
pero con dificultad le cierra la maleta. Los invitados a la boda la
ven escribirme un recado con fea letra y azotar la puerta, como
si así consiguiera confinar el pasado para siempre. Nos besamos
fuera de la parroquia conforme ella sube al autobús. El arroz
llueve sobre nosotros y yo me derrumbo en la cama con su
carta en un puño. Así, hasta que la muerte nos una/nos separe.

Diego Castillo Quintero
(Tepeapulco, Hidalgo, México)

21/11/09

Palabras para Fay

El amigo Rafael Tiburcio se ha sentido desanimado al conocer los resultados en concursos literarios en los que participó. Según su propia boca (o manos, en este caso de los blogs), perdió en seis de estos certámenes. Considero que el verbo “perder” está mal aplicado: en los concursos literarios no hay un ganador y decenas o cientos de perdedores, sólo hay un ganador y ya. Un ganador, es todo; perdedores no.
Además, se preguntaba un hombre sabio hace unos días mientras conversaba conmigo, qué tan bueno es para un artista que su obra dependa de las instituciones, y más las de gobierno; en su opinión, mejor sería ver los concursos o las becas como dinero y no como condición para dedicarse al arte. Sin las becas y los concursos, de todos modos habría arte.
Por lo tanto, el buen Rafael debería sentir que no ganó determinada suma de dinero —no que perdió seis concursos literarios— y seguir alimentando su manera de hacer arte, para, posiblemente después, conseguir algunos pesos gracias a la literatura. No se me ocurren palabras de aliento que dedicarle, yo no hago eso casi nunca. Tal vez aquí se acomode una frase “mía” que repito mucho: “Ánimo, que esto (aunque nos cueste reconocer o aceptar) es una revolución”.

25/10/09

Niño en la feria

(Fragmento.
Contexto: un hombre mira maravillado cómo su mujer cuelga ropa interior en un tendedero.)


No se crea que lo mío es perversión,
más bien es un asombro magnificado
ante este espectáculo de colores y formas
que me recuerdan otras formas y momentos.
Por favor, no se crea que soy un pervertido;
es sólo que yo tengo nueve calzones a lo mucho,
casi todos de la misma aburrida tonalidad;
entonces,
para mí este patio es como otro país, otro planeta.

23/9/09

Junto a Dios tal vez, o hasta otro país; no sé

(Fragmento)

Me acuerdo bien

de su cabello por todas partes:

que se regaba sobre sus hombros,

su espalda y la cama,

atiborraba las habitaciones,

llegaba a la cocina,

se hacía nudo con las sillas,

salía por todas las ventanas;

iba por las calles entre autos y peatones,

y sobrepasaba los límites de la ciudad

hasta alcanzar el sol de la tarde

(allá, lejos, junto a Dios tal vez,

o hasta otro país; no sé.).


13/9/09

"Trabajando"

Resulta que estoy "trabajando", "trabajando" a madres; tanto, que me da tiempo de venir por aquí, dar una vuelta por otros blogs y volver para contar que estoy "trabajando, "trabajando" a madres.

8/9/09

Mi primera novia

(Boceto-fragmento)

Por teléfono, su madre se comunica a gritos con algún promotor de tarjetas de crédito. Gumaro (sujeto de 45 años y con retraso mental) está harto, adolorido y triste porque se llevaron a su primera novia. Con el control del televisor intenta bajar el volumen a la voz de su madre, pero ésta no se calla; intenta cambiarla de canal y no resulta; presiona el botón rojo, presiona, presiona el botón rojo para apagarla: los gritos siguen. Tal vez el control no tiene baterías.

12/8/09

Nueva lectura

Suena a punto y aparte
presenta:
"La vida en llamas",
textos de Juan Rulfo"


9/6/09

El desolado lugar

Hace meses que no venía por aquí. Vaya que es un desolado lugar este espacio. Pronto escribo algo... pronto.

14/1/09

Presentación de mi libro


La batalla de las luciérnagas
cobra vida en Tepeapulco



El ganador del concurso estatal de cuento Ricardo Garibay del 2007, Diego Castillo Quintero, se presentó, junto con el colectivo teatral Punto de Fuga, para hacer una lectura dramatizada de sus textos



Vendo el espacio que algún día habría yo de ocupar
en la Rotonda de los Hombres Ilustres




Tepeapulco. Pareciera que a Tepeapulco todo le ocurre en el exconvento. Guarda coherencia. El esplendor de los años hispánicos regresa convertido en expresiones artísticas. Como regresó quien durante el año pasado le dio a este lugar su primer premio literario: Diego Castillo Quintero.
“La batalla de las luciérnagas” es el libro de cuentos que en 2007 ganó la segunda edición del concurso estatal de cuento Ricardo Garibay y que este fin de semana se presentó en el pueblo natal del escritor hidalguense, quien dijo ver sus historias de manera distinta en el lugar donde comenzaron a forjarse, “ahora que lo presento en Tepeapulco me gusta mucho más, porque aquí cobra realmente sentido, porque aquí se hizo. La mayor parte de las historias fueron escritas, pensadas o inspiradas aquí, incluso algunos de los cuentos se desarrollan completamente en este lugar y me la paso mencionándolo a lo largo del libro”.
Como una mezcla de un poco de talento, influencias y mafias definió la escritora Griselda Lira la clave más sencilla para llegar al éxito literario, sin embargo, aclaró que Castillo Quintero es ejemplo justamente de lo contrario, “Diego es la representación de los escritores que no están ‘amafiados’. Se ha formado a sí mismo”.
Lira explicó que la escritura requiere de intelectualidad, largas horas de lecturas variadas pero, sobre todo, técnica. Elementos todos, aseguró, posee Castillo, “son textos limpios, muy Diego, posee naturalidad para plasmar las imágenes. Es una prosa poética muy suave”.
Como siempre, Diego habló lo menos posible pero por él, también como siempre, hablaron sus textos, dueños de la frescura y la transparencia que permiten al lector correr por las calles de Tepeapulco tras un joven sin futuro que, finalmente, luego de mucho esfuerzo al fin tiene una reputación con la que enfrentar el mundo. Tal como lo describe con exactitud Castillo Quintero en “San Nadie”.
Sus compañeros y amigos del colectivo teatral Punto de Fuga hicieron lecturas dramatizadas de algunos de los cuentos de Diego. Mario Sánchez, con música en vivo de Edmundo Bravo, escenificó “El juego de la muerte”, mientras que Fernando Axkaná Medina hizo lo propio con “Tu alma en el colchón”, al que le hizo una adaptación musical interesante.
Miguel Ángel Castillo Quintero dramatizó “Un dios solitario”, cuento en el que el autor hace una severa revisión sobre el accionar de la humanidad y sus consecuencias, desde la perspectiva del dios que se quedó observando en lo que terminó su gran obra, “a mis desilusiones las sigo llevando en el hombro porque no hay donde dejarlas”.
Finalmente, David Ortega hizo la dramatización de “El final de los tiempos” en un ejercicio espontáneo que surgió poco antes de la presentación y que resultó en la exacta interpretación de ese breve cuento de Castillo, “Fue el final de los tiempos. Tú justo te habías ido”.
Ver cómo la gente que lo vio caminar y crecer por las calles de su pueblo ahora escucha sus historias y observa su crecimiento literario, para Diego es un gran logro, “a mí me fascina que las personas que ya me conocían vayan descubriendo qué es lo que he podido hacer y que escuchando mis cuentos se maravillen, eso me deja una gran satisfacción, me hace sentir realmente de Tepeapulco y bien querido”.
Y asegura que en realidad éste no fue un regreso a su pueblo, porque nunca se ha ido de él, “en realidad yo nunca me fui, cuando estoy en cualquier parte siempre digo que soy de Tepeapulco y estoy muy orgulloso de eso”.
(Rosana Peralta/Síntesis)

6/1/09

La mirada del tlacuache



Exposición pictórica de Edmundo E. Bravo


La mirada del tlacuache, en el
Exconvento de Tepeapulco


La muestra intenta interpretar los aspectos más importantes de un pueblo, de su gente, la música, los monumentos y las fiestas locales


Tepeapulco. Fue inaugurada la muestra pictórica La mirada del tlacuache en el Exconvento de San Francisco de Asís, con obras del artista Edmundo E. Bravo, que presenta una docena de creaciones que intentan interpretar los aspectos más importantes de un pueblo, de su gente, de la música, de los monumentos y las fiestas locales, además de tocar el tema de las mujeres como símbolo de la fertilidad y la fuente de inspiración que es para el autor.
Sobre algunas de sus creaciones, Edmundo Bravo manifestó que
“Masa de hombres” se refiere al trabajo rudo de un pueblo, el trabajo en conjunto; “Llorona” está basada en la leyenda de los Lavaderos de Tepeapulco, una obra muy acuática; “Don Mele” retrata a un personaje taciturno de presencia notable en al vida de la localidad; “Los ojos del tlacuache” aborda lo que fuera un miedo de la infancia, que se vuelve una realidad. “Cuando tenía pocos años de edad me asustaban con una criatura: ‘niño, no te metas ahí porque te va a salir el tlacuache’, me decían”.
Edmundo Bravo nació en Ciudad Sahagún, Hidalgo, el 23 de septiembre de 1979. Desde el año 2000 descubre la pintura como medio de expresión utilizando distintas técnicas como el acrílico, el óleo y el pastel de manera autodidacta. Su obra ha sido exhibida principalmente en el Instituto de Artes Visuales de Puebla, en la galería Artejoven de la Ciudad de México, así como en otros eventos regionales.
Al plasmar sus trabajos se ve claramente influenciado por el impresionismo del siglo pasado de los maestros Toulouse-Lautrec, Cézanne, Degas y Van Gogh, sin embargo, sus trazos muestran básicamente corrientes expresionistas que en algunos casos rozan con el abstraccionismo moderno. Entre sus
proyectos para este año se encuentra también la exposición “Musas”, misma que será llevada a la ciudad de Monterrey en el mes de marzo.
La presentación fue hecha en el marco de la expoferia agrícola, ganadera y del pulque Tepeapulco 2009. El corte del listón contó con la presencia de Miguel Ángel Monroy, director de la Casa de la Cultura; Erick Vargas Castillo, dedicado al fomento de las actividades culturales del lugar; representantes de la comunidad artística, miembros del ayuntamiento y público en general.
Monroy habló sobre la importancia de impulsar y apoyar a los jóvenes artistas de Hidalgo, principalmente de Tepeapulco, pues el ramo ha sido descuidado por los gobiernos.
La muestra permanecerá abierta los días viernes 9, sábado 10 y domingo 11 de enero, con un horario de 10:00 a 18:00 horas en el atrio del exconvento. Todos los cuadros se encuentran a la venta.
(Diego Castillo Quintero/Síntesis)


*Nota publicada en el periódico Síntesis, el día 7 de enero de 2009. El joven Edmundo es un buen amigo.