10/12/08

Cristalazo

Pues resulta que mi hermano Miguel Ángel estacionó el auto afuera de la iglesia a la que asiste mi otro hermano, Oscar, para intentar dirigir una obra de teatro que preparan en la congregación. Al salir se percató de que alguien había quebrado un cristal de la puerta trasera del lado derecho, lo había abierto y sustraído algunos objetos: uno, el autoestéreo (gran fiasco porque estaba colocado meramente como adorno, pues no funciona desde hace meses); dos, la peculiar gorra de mi padre, que algún reguetonero le regaló. A mi padre le fue robada su gorra que es igual a las que usa Daddy Yankee; no sé cómo lo va a tomar cuando se entere.

7/12/08

El parque

Hablamos de luciérnagas y de la infancia,
del pasado y del posible futuro.

2/12/08

No confío en los sicólogos

(De la columna: "La sensatez del desvarío")



Voy a dejar algo bien claro: yo no confío en los sicólogos, pero en aquellos de quienes he sabido su manera de proceder; hablo solamente de lo que yo he notado, no tiene que ser necesariamente el común denominador. No intento ofender, sino sólo dar mi opinión sobre el tema. Sé que hay unos muy buenos, o al menos sé que debe haberlos.
A lo largo de varios años he conocido, escuchado o me ha llegado el rumor de personas que se hacen llamar licenciados en sicología, alias “sicólogos”. Estas extrañas entidades, a quienes les gusta que les asignen el seudónimo de doctor/a, pretenden orientar la vida del inocente, que para cuestiones más prácticas llamaremos paciente o cliente indistintamente.
Es eso lo que trataré de discernir: que los sicólogos pretendan orientar, reorientar, enderezar o arreglar la vida de alguien más (con el respectivo cobro de honorarios) cuando ellos mismo son unas personas desorientadas, arrebatadas y desequilibradas.
Aquí viene el término científico: “La psicología («psico», del griego ψυχή, alma o actividad mental, y «logía», -λογία, tratado, estudio) es la ciencia que estudia la conducta de los individuos y sus procesos mentales, incluyendo los procesos internos de los individuos y las influencias que se producen en su entorno físico y social.”
Un hombre que a eso se dedica realizó un análisis hipotético sobre sus colegas, donde afirma que gran parte de los estudiantes de sicología ingresa a la licenciatura porque tiene problemas sicológicos, y considera que desarrollar esa carrera ayudará a superarlos; el análisis delimita que en realidad casi nadie lo consigue, pero para ese tiempo ya cuentan con un título, por lo que son arrojados a la vida laboral.
Ahora voy a hablar mi amigo José Pistolas, quien acudió con uno de ellos, una mujer, a tratar un problema sobre su carácter explosivo e inestable. La “doctora” escuchó e indagó hasta dar con que José Pistolas –como él mismo dice– es un cabrón con las mujeres, pues sólo las utiliza para satisfacer sus necesidades sexuales; un mujeriego que perdió las riendas de su pene. Ella escuchó lo que mi amigo tuvo que decirle, y en los afanes de “curarlo” terminó invitándolo a una fiesta en casa, donde él sería el único concurrente. Después de algunos tragos sucedió que tuvieron sexo, y lo repitieron en el consultorio los siguientes días, hasta que mi amigo optó por ya no ir. José Pistolas narra cómo se decidió a dejar de asistir a las consultas con la siguiente frase: “Le estaba pagando por tener sexo, para eso mejor voy con una prostituta que esté bien buena”. Y así no fue más su cliente.
También hay una anécdota sobre determinada señora, sicóloga algo conocida en la ciudad de Pachuca, que rentaba una casa, y que, luego de no cumplir con los acuerdos, tuvo una pequeña discusión con la arrendataria, lo que originó la terminación del contrato a los cuatro días de haber sido firmado. La señora, evidentemente mayor de cuarenta años, mostró la inmadurez de una jovencita de veinte al no querer devolver el dinero sin dar razón alguna; por suerte para la arrendataria, esta señora tuvo toda la noche para sicoanalizarse y caer en cuenta de que su proceder no había sido el mejor, y al día siguiente llamó a su víctima para reponer lo que le pertenecía.
Otro ejemplo. Hace más de un año, conocí personalmente a una joven sicóloga cuyo desorden era el que sigue: a pesar de tener pareja y de no querer dejarla, caía en una infidelidad recurrente.
Otro más. El sicólogo que tuvo una paciente de alrededor de 16 años y que jamás se dio cuenta que ella le mentía, y que estuvo a punto de suicidarse en la temporada en que acudía a consultas con él. Luego, con el paso de los años, ella conoció al hijo de su “doctor”, quien también es sicólogo, pero se da el caso de que el muchacho es bebedor, tiene tremendos problemas de conducta, arrebatos de ira y no controla sus acciones.
Por último, “un informante muy bien informado” me dijo: “Los terapistas familiares, por ejemplo, casi todos son divorciados o divorciadas. Además, yo conocí a un director de la esa cosa para adictos, Centro de Integración Juvenil, y su familia era un desmadre, su hijo un completo adicto”. Hasta aquí se acaban las anécdotas.Todo lo anterior es sólo lo que yo y gente cercana a mí hemos tenido como experiencia en el trato con estos (a pesar de todo) agradables personajes. Sin embargo, sigo sosteniendo que no creo en los sicólogos por lo siguiente: cómo alguien que pierde con tanta facilidad el control de sus emociones y de sus actos, que no está completamente seguro de lo que quiere, que no sabe cómo reaccionar ante ciertas situaciones de la vida, pretende aconsejar a otra persona para que entienda su realidad, supere sus conflictos y aprenda a conducir mejor su existencia; y para colmo cobran, y las terapias no son para nada baratas.

18/10/08

Silencio...

17/10/08

El bache de mi calle

En la calle donde vivo, justo enfrente de mi casa, hay un hundimiento de cerca de un metro cuadrado en el pavimento. Los vecinos se organizaron para gestionar la reparación ante Caasim, donde ningún miembro de mi familia participó por considerarlo poco importante. Resulta que es causado por una fuga en la conexión a mi casa. La culpa, en pocas palabras, es de nosotros. La dependencia municipal solventa los trabajos, aunque nos corresponde pagar el nuevo tubo.

16/10/08

Sin ganas de escribir hoy...

14/10/08

San Antonio Newspaper

Pues resulta que nos aceptaron, vamos a escribir para este periódico bilingüe. No hay pago como yo esperaba, pero al menos nos dejarán mandar lo que se nos ocurra.
"Hola, chamacos,
Chéquenlo y me dicen qué pex. Nos ponemos de acuerdo para enviar todo lo necesario y al mismo tiempo.
Saludos.

Griselda"

13/10/08

Diez minutos para leer

Elegí Desde el balcón. Comencé la lectura a pesar de que mi garganta se resistía; pude con un par de párrafos hasta que se cerró, bebí un poco de jugo y continué; mi garganta era más necia y volvió a cerrarse. Haré un tercer intento, dije, y pude leer más fluidamente hasta terminar.
"Resulta que manejando de pronto recordé con mayor exactitud las palabras de aquella señora, ella dijo: 'ese cuento es realmente bueno, qué hermoso, qué poético' mientras la otra señora asentía con la cabeza..."

12/10/08

II Encuentro Latinoamericano de Escritores Tulancingo 2008

Cuando llegamos a la plaza había dos eventos: una lectura de poemas en un extremo, un espectáculo con dos payasos en el otro. Era viernes por la tarde, no sé cómo estuvieron los días anteriores, pero cuando yo llegué, y lamento decirlo, el par de sujetos maquillados tenía más público que los cuatro poetas en la mesa; el entretenimiento era sin duda mayor en donde no había sillas, ni libros, ni versos de no sé cuántas sílabas.

10/10/08

Réplica

"Juan Cuervo dice:
señor
Juan Cuervo dice:
no entristezca
Juan Cuervo dice:
me tiene consternado la entrada en su blog
Juan Cuervo dice:
me hace sentir como un infame."

No es que me desanime. Agregué el comentario de la entrada anterior para tener presente que en esto de querer o pretender ser escritor uno se puede topar con gente que le dice la verdad. Lo hago para recordar que ya no estoy en mi pueblo, donde los comentarios de mis textos llegan a ser: "está bonito", "qué padre escribes", "me gustó".
Agradezco el interés del señor Juan Cuervo (alias Rafael Tiburcio García), por ahora única persona que deja sus post en este neonato espacio de expresión.

¿Mal día en el taller literario?

Anotaciones en mis textos:

"¿Qué pachó?
...
¿O son dos microficciones?
No, señor, no haga esto.
Romano no debería hacer poemínimos... ni usted microficciones..."

(...)
"La minificción es acorde con estos tiempos de lectura en web, se presta para leer rápido en una compu, pero no en las páginas de un libro de papel."

8/10/08

Poco a poco voy descuidando este espacio. Me pregunto si alguien lo lee. ¿Está aquí para que alguien lo lea?

4/10/08

Casa para vivir

70-00998 Frente a primaria Vicente Guerrero. 71-35734 Esquina, arriba de pastes Krystal. 71-81172 Surtidora.

Renta departamento grande o chico. Informes: Rafael Lucio #503.

(Ver casas cerca de Abasolo.)
Tocar timbre.
Tocar fuerte. Sin niños.

3/10/08

Partidario de la locura

Ayer hablábamos de la tan poco valorada locura, término que se ha usado en demasía, lo que le ha quitado su valor real. Mi frase fue: “Es como dice la canción, el mundo está lleno de locos”. La respuesta que me dieron fue que yo no debía subestimar así la locura.
No la subestimo, contesté. Yo soy partidario de la locura. Nadie sabe cuánto aprecio la demencia, algunos conocen mi intención de hallar “la sensatez del desvarío”, mi esfuerzo por darle la razón a los que la han perdido.

2/10/08

Caminata a las 3am

No hacía tanto frío; no como en la tarde. Salí de su casa. Ella se quedó con su dolor de cabeza y sus tremendas ganas de dormir.
Cuánta paz sentí al caminar por la calle, cuánta tranquilidad. Estar a solas me permitió decirme a mí mismo que realmente la quiero. Pensé en que nunca antes había sentido tales ganas de que algo durara.
Pedí (pido) que no me falte. Es ella, me dije.
Es ella.

30/9/08

Viejo texto

Recupero un texto donde manifiesto mi sentir sobre mantener una bitácora virtual. Es de hace mucho tiempo.

"Son ya, y esto me indigna, las cinco de la mañana, pero aún así estoy aquí, creando un blog que no sirve para nada más que alimentar mi ego. Claro que también es un contacto con el mundo exterior (paradójicamente encerrado en nuestros diminutos equipos de cómputo). Aquí solamente voy a hablar de mí, de mí, y talvez de personas que tengan que ver conmigo, pero a fin de cuentas sólo se trata del Yo."

29/9/08

Mala poesía

Acabo de terminar un libro que no me gustó. El escritor, conocido y repudiado por estas tierras hidalguenses, cree que su sufrimiento es poético por sí mismo. Gran parte de su vocabulario fue, evidentemente, sacado de un diccionario. Tenía que leerlo, pero al final me arrepentí de haberlo hecho.

28/9/08

La finalidad

La finalidad es ingresar un texto al día. Intento ver qué tan disciplinado me he vuelto, pues estoy en el tercer blog creado; abandoné los anteriores. La extensión no importa: sólo uno, un texto al día.

27/9/08

El inicio

Estoy aquí: el desolado lugar.
Doy mis saludos.
Vengo en paz.
(Cabeza, los ojos, corazón y alguna piedra.)